La meditación creativa: un puente entre el consciente y el inconsciente……para ayudarnos a crecer.

El arte en general tiene la capacidad de crear un puente entre el mundo interior y la realidad exterior lo que la da a la imagen el papel de mediador.

Esta imagen nos conecta ‐ entre el consciente y el subconsciente, presentando y simbolizando aspectos del pasado, presente y futuro de una persona.

Es curioso que en una imagen, dibujo, pintura se encuentren a la vez conflicto y ambivalencia presentados y contenidos.

La experiencia creativa no está limitada sólo al campo artístico, esto es una característica de la vida y de estar totalmente presente. Por ejemplo: el niño tiene la habilidad creativa, y los objetos tienen cualidades especiales para él; El niño como el artista juega con la formación‐ creación de símbolos

El artista ahora bien, puede tocar material del inconsciente sin perder control ‐ es decir ‐ hace una regresión en servicio del ego. Podríamos decir que durante una sesión creativa, uno se soltó, saliendo fuera así, aspectos de la personalidad, aparte de la parte social, y ¡dándole expresión a una parte inhóspita de nuestro interior!

Es decir, que la relajación o regresión dentro de una actividad artística, contrastando con la fantasía o sueño, es controlada además de tener un propósito.

Si miramos a la historia y a la mitología, los artistas han sido considerados «creadores inspirados“de alguna manera relacionados con los dioses (mitología Griega). Esto nos lleva a pensar que hay una relación muy profunda entra la tradición mitológica y los procesos psicológicos en el artista.

También el arte da un servicio a la comunidad ‐ dar vida‐ es como » comida » para el alma.

El arte se puede ver como un poner orden a la experiencia emocional.

El artista comunica una experiencia que no ha pasado con palabras ( ejemplo‐ tanto el niño como el artista usan simbólicamente , un niño llora , grita, se mueve , , el artista comunica su experiencia emocional manipulando sonido, movimiento , pintura , voz, o palabras )

El artista trabaja con los problemas más primarios, instintivos y las fantasías psíquicas ligadas a este ‐ dentro ‐ en relación con su cuerpo.

Quizás para entrar dentro de la creatividad requerimos un tipo de atención dispersa que contradice nuestros hábitos normales de racionalizar. “Un orden escondido dentro de un caos”…. ¡el orden escondido del inconsciente! Esto me recuerda el famoso trabajo de antropología de Frazer «El Arco Dorado “, y el mito del Dios que mora como una analogía del proceso de creación.
Otro modo de enfocar el tema sería alrededor de su valor simbólico. Entonces exploraríamos la parte mística ‐ hermética y religiosa contenida en un símbolo. Ahora bien, yo creo que cada generación crea una nueva.

Si recordamos a Carl Jung, él comparaba la terapia con una especie de alquimia, una transmutación de simple materia en oro. Jung nos habla de la integración de las partes no integradas.

Las imágenes salen de una necesidad de reconciliar parte de nuestro pasado primitivo psíquico con la conciencia del día presente.

Jung nos transmitió que las imágenes pueden ser entendidas a la vez que aceptadas emocionalmente para después ser conscientemente integradas, ayudando así a formar un nuevo centro de equilibrio para la personalidad.

Carl Jung habla del inconsciente colectivo y de que lo revende directamente como herencia de nuestros antepasados . Ahora bien tenemos según él dos inconscientes, el colectivo y además el personal (memorias reprimidas, deseos, emociones, así como percepciones sublimes)… así que los símbolos pueden ser de uno o bien del otro tipo.

Jung ve al artista como un instrumento del arte. El artista tiene una guerra interna entre sus deseos personales y la fuerza creativa.

Los artistas pueden recrear su mundo interior y darle vida en el mundo exterior…

Esto nos lleva a introducir una herramienta muy útil La meditación creativa para el que no siendo artista puede vivir un proceso en el que se libera la corriente de la creatividad tanto individualmente o en comunidad.

Para practicarla uno se basa en la creencia de que la creatividad es una energía sagrada y universal, una manifestación de lo divino.
Si lo miramos así, es natural reconocer que estamos inspirados por las fuerzas cósmicas cuando ejercemos nuestros impulsos creativos y cuando mostramos nuestras emociones, nuestra pasión, ya que todas ellas son energías terrenales que estimulan la transformación, manifestando auto‐expresión y creando cambio a nivel global.

La creatividad es una combinación entre crear algo y dejar que pase. Así la meditación creativa tiene dos etapas:
1 ‐ una de quietud y silencio
2 ‐ y otro de energía espontánea, activa y dinámica.

Pintar, dibujar se combinan con espacios de meditación, reflexión y ritual. Este tipo de creatividad no está orientada hacia crear un producto.

Está pensada para liberar el artista de la preocupación de que tenga que tener un producto al final.

El resultado de esta libertad es más enriquecedor y reafirma la experiencia creativa.

La meditación creativa es una integración del juego, auto‐ conocimiento, creación comunitaria y espiritualidad estética.

¿Qué es la comunicación a través de la imagen?

La imagen nos proporciona experimentar una serie de reflexiones y de sentimientos profundos.

Individualmente es muy interesante aunque trabajar en grupo es aun más enriquecedor. Uno puede ayudar al otro, abre la posibilidad de cooperación, creando autoestima, con la oportunidad de pedir ayuda y observando temas de dependencia e independencia.

Un grupo que practique la meditación creativa
‐ No tiene nada que ver con producir hermosas obras de arte.
‐ Pintar como cuando éramos pequeños, con espontaneidad.
‐ Explorando con apertura.
‐ No hay una manera correcta de hacerlo
‐ Expresando tus sentimientos a través de los materiales artísticos.
‐ Usando el arte a tu manera.
‐ No necesitas ninguna habilidad ni ninguna discapacidad.
‐ No busca declaraciones completas o imágenes acabadas, los garabatos también valen.
‐ Relajado y empleando las herramientas de la manera que tú quieras.
‐ Jugando con las manos, disfrutando de los colores, el olor, dejándote llevar por las curvas y rectas que tus manos dibujan, emborrachándote de color.

Durante la meditación creativa podemos conectar con espacios profundos que de otra manera costaría acceder a ellos. Siempre que podemos ser nosotros, y aceptar todo lo que creamos, compartiendo desde la inocencia, invitamos a una parte de nosotras relegada a la infancia a surgir.

Sé que muchos aspectos de la personalidad y del ego intentaran dominar o frustrar la experiencia. Normalmente la parte perfeccionista, competitiva y exigente en cada uno puede aparecer en estos procesos, aunque no importa…como yo suelo decirles a mis alumnos, si invitaste a un amigo a cenar no lo echaras cuando ya esté en tu casa. Y es que cuando creamos un dibujo o pintura, es una parte de nosotros y cuando la rechazamos también rechazamos algo en nosotros que dándole tiempo nos puede mostrar algo importante de nuestro interior.

Este proceso te invita a mirar con amor tus propias creaciones, esos dibujos o pinturas orgánicas, no pensadas ni planeadas que parecen surgir de lugares inhóspitos.

Aquí podemos aprender como primer paso aceptar nuestros fragmentos y en una etapa posterior a encontrar su lugar dentro de nosotros.

Rosa Puerto-Creadora de la meditación creativa

Psicoterapeuta y Arte terapeuta

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